La calidad en los acabados es sin duda alguna la bandera de nuestra fundición y lo que nos diferencia del resto.
Las piezas bien terminadas no se celebran como triunfos en nuestros talleres, tan solo son vistas como justo pago del compromiso que contraemos con el cliente cuando aceptamos un trabajo. El estándar se estableció hace ya más de cincuenta años y los diferentes estilos trabajados han marcado nuevas cotas de exigencia.