No es casualidad que la escultura adornara ya desde hace milenios los centros humanos de poder, culto y comercio.
La capacidad de impresionar al visitante y transmitir el mensaje del anfitrión con su sola presencia sigue cautivando a empresas de todo el mundo que deciden apostar por obras que doten a sus sedes de esta dimensión sofisticada y singular.
En nuestra fundición hemos tenido el privilegio de realizar trabajos para la sede de Nike en Oregon, con multitud de bronces y un monumento honorífico a Tiger Woods. Todas las sedes del Comité Olímpico desde Lausana hasta Singapur están decoradas con esculturas salidas de nuestro taller así como un buen número de bancos, fundaciones y entidades privadas.